El amuleto de la suerte alemán: rústico y obsceno
Todos queremos tener más suerte. Repeler los malos espíritus y atraer la buena suerte debería ser un objetivo. En cualquier caso, es el que persiguieron muchos alemanes del pasado.
A pesar de lo que algunos puedan pensar, Alemania es interesante para visitar. Entre los castillos, las iglesias y la misteriosa Selva Negra, este país aún hoy guarda muchos secretos. Entre estos secretos, hay un universo en sí mismo: el del amuleto de la suerte alemán.
Conocida como la “tierra de los poetas y pensadores”, Alemania ha sido el hogar de algunos de los hombres más grandes de todos los tiempos. Bach, Beethoven, Goethe, Kant... enumerarlos todos llevaría demasiado tiempo.
La posición central de Alemania en Europa siempre la ha convertido en un cruce cultural entre Europa Oriental y Occidental. Con influencias francesas, italianas y, a veces, incluso eslavas, el pueblo alemán vio surgir símbolos con poderes intrigantes. Entre ellos se encuentra el amuleto de la suerte alemán. A menudo de origen medieval, siempre nos ofrece un pedacito de la historia de este fascinante país.
Fruto de la ambición del Estado prusiano de unificar los Landers, Alemania es hoy un país unido que ha reunido tradiciones germánicas, desde las Selvas Negras y Baviera hasta las orillas del Rin. Por tanto, la separación entre Oriente y Occidente fue sólo un paréntesis en la historia de Alemania.
Entonces, ¿estás listo para dejar de lado el cliché del burócrata alemán gris y taciturno y realmente interesarte por el amuleto de la suerte alemán?
Una verdadera fábrica de genios
Se sabe que los alemanes dan gran importancia a la estructura social, a una cierta reserva en público y al rigor y la puntualidad. Todo ello les llevó a desarrollar valores de trabajo y constancia que, a lo largo del tiempo, han convertido a Alemania en un motor económico para sus vecinos… pero no sólo eso.
Cuando miramos el lado del arte, rápidamente vemos que los alemanes también han contribuido enormemente a la humanidad.
Con compositores de talento como Bach, Mozart, Beethoven, Wagner, Brahms y muchos otros, filósofos excepcionales como Kant, Nietzsche, Schopenhauer, Marx y Hegel... ¡Alemania se ha ganado el título de fábrica de genios !
Evidentemente, esto se siente en ocasiones a través del amuleto de la suerte alemán, que ha sabido incorporar algunas de estas cualidades de perfección, rigor y excelencia, pero también de poesía y belleza.
Seamos claros: este pueblo no es el único que ha demostrado tal genio a lo largo de la historia. En Europa podemos citar, por ejemplo, las culturas italiana o francesa que han destacado en numerosos campos artísticos y científicos.
Miles de símbolos alemanes y amuletos de la suerte.
Los símbolos utilizados por los alemanes han variado ampliamente a lo largo de las diferentes fases de la historia del país. Evidentemente, están el trébol de cuatro hojas, la pata de conejo y el gato negro. Estos símbolos, sin embargo, no son específicos del pueblo alemán.
Si nos fijamos en los amuletos de la suerte anteriores a la llegada de la cultura romana y el cristianismo, encontraremos nociones de combate, coraje y, a veces, incluso salvajismo que denotan la imagen que tenemos de los alemanes hoy en día.
A lo largo de la Edad Media, los alemanes crearon símbolos específicos del funcionamiento político del país: la actividad económica y cultural se centraba en ciudades independientes que competían entre sí, y los comerciantes y otros artesanos a menudo recibían allí "honor".
Al mismo tiempo, al hacerse sentir ampliamente el peso de la religión y de la Iglesia, ciertos símbolos religiosos se convirtieron en signos de identificación propios de los alemanes. Podemos pensar, por ejemplo, en los crucifijos que todavía hoy adornan a menudo las paredes de las casas de miles de familias.
A pesar de esta sucesión de estilos de vida y de mentalidades, algunos símbolos de la suerte alemanes, sin duda los más cercanos al alma del país, han sabido conservarse.
El águila, por ejemplo, ya sirvió como amuleto de buena suerte a los guerreros alemanes (por sus cualidades de coraje y altura), en el Sacro Imperio Romano de la época medieval (por su vínculo de sucesión con el Imperio Romano) y al Imperio Alemán. Los imperios de la era moderna (desde los prusianos hasta los nazis, pasando por Bismarck, todos reconocieron en el águila una expresión del alma alemana).
Si el loto es alemán y el lirio es francés, la flor de edelweiss es, por ejemplo, enteramente alemana. El hongo, cuando es venenoso, es un presagio de muerte. Cuando es comestible, es por el contrario un signo de suerte.
Una historia excepcional
Como ya hemos dicho, la región que hoy se conoce como Alemania estuvo habitada por pueblos germánicos. Bastante supersticiosos, creían en la mala suerte, la importancia de los augurios y los augurios.
Inicialmente fieles al paganismo de sus antepasados, a sus tradiciones y a su forma de vida guerrera, estas tribus se convirtieron al cristianismo (a veces por elección propia pero a veces por la fuerza) y formaron así los grandes imperios de la Alta Edad Media.
Desde los francos de Clovis y Carlomagno hasta los borgoñones y bávaros, pasando por los godos y los vándalos, estos clanes conquistaron toda Europa, formando los inicios de la civilización europea.
Por lo tanto, no es raro encontrar un amuleto de la suerte alemán, al menos originalmente, presente en decenas de países. Podemos pensar en el águila de la que hablábamos antes, pero también en determinadas figuras mitológicas como el enano (del jardín o de nuestros cuentos populares) o incluso el famoso cerdo de la suerte.
Ya sea que estén relacionados con la fertilidad, la abundancia o cualquier costumbre pagana, estos amuletos de la suerte han atravesado los siglos para llegar hasta nosotros.
Más tarde, en la Edad Media, determinadas dinastías marcaron la historia con su largo y (a veces, pero no siempre) glorioso reinado. Aquí los Habsburgo emergen claramente como los gobernantes más famosos de Alemania.
Fue durante este período que ocurrió un acontecimiento que cambiaría para siempre la faz del país pero también la del mundo: la Reforma Protestante y las guerras de religión.
Al devastar Alemania, este conflicto dejó una huella duradera en la imaginación del país que, ya fuera leal al protestantismo o al catolicismo, hizo que muchas familias alemanas fueran piadosas y apegadas a sus valores.
Una vez más, esta importancia de la religión y las tradiciones se puede ver a través del amuleto de la suerte alemán.