La brujería son muchas leyendas... algunas de las cuales son ciertas.
La brujería es una práctica tradicional y misteriosa que muchas veces asociamos con Halloween. Cuando piensas en una bruja, rápidamente te viene a la mente la imagen de una anciana fea y de nariz aguileña, removiendo una poción humeante que prepara dentro de un caldero. Por supuesto, siempre está asistida por su fiel gato negro, y se ayuda ella misma con su bola de cristal y otros...
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La brujería son muchas leyendas... algunas de las cuales son ciertas.
La brujería es una práctica tradicional y misteriosa que muchas veces asociamos con Halloween. Cuando piensas en una bruja, rápidamente te viene a la mente la imagen de una anciana fea y de nariz aguileña, removiendo una poción humeante que prepara dentro de un caldero. Por supuesto, siempre está asistida por su fiel gato negro, y se ayuda ella misma con su bola de cristal y otros amuletos de la suerte.
Pues esta imagen es falsa. El verdadero origen de la brujería es mucho más mundano. Sin el lujo de la medicina moderna, cuando una persona estaba enferma o tenía dolor, nuestros antiguos poco podían hacer. Luego, las mujeres intentaron aprender métodos curativos a base de hierbas (comparables a algunos tratamientos homeopáticos modernos).
A medida que el cristianismo se extendió por Europa, muchos clérigos desaprobaron este tipo de práctica. Para ellos, si una persona enfermaba, era un castigo de Dios por un pecado cometido. El sufrimiento resultante era, por tanto, justo y sólo podría terminar si la persona afectada encontraba el camino correcto.
Con el tiempo, los curanderos comenzaron a ser acusados de varias cosas… incluida la brujería. Estas mujeres, al igual que los remedios y amuletos que utilizaban, fueron por tanto ahuyentadas por la Iglesia.